El proceso que se llevado a cabo por cualquier sistema de búsqueda se puede resumir en las siguientes fases:
· recogida y análisis de datos (indización y/o clasificación por categorías)
· búsqueda propiamente dicha
· recuperación
Tanto la recogida de datos como el análisis de los mismos pueden hacerse bien de forma manual, bien de forma automática.
Para la recogida de datos manual, los Índices suelen presentar un cuestionario en línea para que la persona u organización que quiera darse de alta identifique y clasifique su página web. La mayor parte de los formularios de alta que ofrecen los distintos buscadores piden unos datos obligatorios que suelen ser: el título de la página, URL, descripción y clasificación del recurso; pero también pueden solicitar otro tipo de datos como descriptores o palabras clave, persona o entidad responsable de la página, tipo de información (académica, comercial, personal, informativa, etc.), localización geográfica, idioma, etc. La clasificación tiene como fin la inclusión del recurso en alguna categoría jerarquizada de las que luego se presentarán en el índice temático. Los responsables del buscador suelen analizar y evaluar si la información que provista y el contenido real se ajustan o no.
Los motores de búsqueda suelen utilizar la recogida de datos automática rastreando la red, otros piden la dirección URL para darse de alta. Disponen de un robot que visita y analiza la página principal y todas las páginas enlazadas y que suele ser capaz de leer las etiquetas META o metadatos y extraer toda la información contenida en ellas mediante el lenguaje HTML. Sin embargo, muchas páginas no disponen de tales etiquetas. Con dicha información, el buscador es capaz de indizar palabras clave como el título, idioma, autor, propietario, localización, temas, etc.
Existen sistemas de búsqueda que mezclan estas dos funciones y ofrecen tanto búsquedas por medio de un índice temático y búsquedas libres por palabras clave.